No canto pero sin embargo aquí estoy – en versión corta – con banda sonora mía (aparte de un fragmento de Bartók):
La semana pasada estuve en Madrid para actuar un par de veces para un diseñador de falditas muy bonitas, que tristamente me quedan pequeñas. Hay mucho interés allí por lo mío, y la gente ya no se acuerda de que los organillos típicos madrileños eran diferentes.
Luego me encontré con el estimable señor Burch, que predica que cada día es una vacación de la muerte. Tiene canciones muy buenas, pero su falta de obscenidad le cuesta audiencia culta. Un licenciado es quien toma licencia, y los buenos moriremos hambrientos, seguro.
Finalmente, este finde vuelvo a Gracia, Barcelona, donde espero ver las caras de siempre. Cuando ando ahora por la villa son bastantes los niños que me saludan con un “¡Hola, organillero!” Como digo a menudo, no es para nada lo que esperaba al principio – pensaba en abuelos y frikis, querido lector – pero da mucha risa.
Similar posts
- Visita a una escuela de primaria de Barcelona
¡Muchas gracias a Gloria y el equipo de la escuela Parc de la Ciutadella por invitarnos a actuar el pasado martes! - La nostalgia que sentimos por la nostalgia que sentían por el organillo
Joan Perucho, Juan Antonio Bardem, y un par - Hago Londres – Barcelona en bici
Dime si tienes un château en algún punto - ¡Busco guardaorganillo!
Saldrá de su hogar provisional en Consell de Cent el lunes que viene para detrás del Parque de la Ciudadela proporcionar a) la - Dos entrevistas con organilleros
Un italiano en Boston College en 1937, y un chileno con organillo falso en 2011.
Comments