Diputación de Málaga wastes €20,000 subsidising a badly translated school textbook

Lars Bjørn Hanssen > Diario Sur (> Teresa Aguilar > Carlos Ferrero): The Diputación de Málaga gave €20,000 to help Loving Books publish an Atlas ilustrado de la provincia de Málaga; Alejandro Villén Real at Loving Books gave very little of that to an apparently unemployed receptionist for the English translation; no quality control was undertaken on the result; and the predictable fuck-up (screengrabs here) went on sale asap at €19.95 – your kids need English, and it’s Christmas, right?

The Diario Sur piece does a good job on Hanssen’s rapid and effective bit of public service, but the funniest stuff comes in the followup on the Facebook page dedicated to the publisher’s masterpiece. In a message, Hanssen lays out the problems clearly and passionately, and suggests withdrawing the book and refunding the thousand-odd victims.

Villén’s response? Shoot the messenger, screw the consumer:

Sobre la traducción, cierto es que contiene errores, es una primera edición y la reparación está prevista para la siguientes ediciones, como parte del proceso normal de la editorial. También se mejorarán otros aspectos del libro, como son algunos defectos en las maquetas, imperfecciones en las ilustraciones y algunos errores de diseño que estamos localizando.

[…]

Aparte de todos esos asuntos, nos sentimos especialmente molestos sobre su uso de comillas en el termino “traductora” y, sobre todo, por el tono despectivo (me refiero al ¡vaya!) que usa para referirse a sus anteriores trabajos. Una persona puede haber ejercido de camarera y seguir capacitada para otras funciones.

Por otro lado, afirma que la traductora no tiene preparación basándose en un perfil de Linkedin, lo cual nos parece un método poco fiable. La traductora posee titulación en idiomas y experiencia en el sector.

I’d be the last to dismiss out of hand unqualified translators (dear old Erasmus, for example), and it’s true that the translator lists employment with “N&B Lawyers, SL noviembre de 2007 – julio de 2009 (1 año 9 meses) … Traducciones de Escrituras Públicas en Notaría” (though I imagine they’ll be spending the holidays examining her contributions). However, Hanssen explains very clearly the problems with relying blindly on such people. His final message in the thread strikes me as excellent, and I hope he doesn’t object to it being republished here:

No se trata de un simple error. Cuando uno publica un libro, hay normalmente un proceso de control de calidad – sobre todo si va destinado a los niños (la futura generación), que desde luego no habéis aplicado! Aunque yo no sepa ruso, si yo tuviera que publicar por ejemplo una guía gastronómica en ruso, ¿no sería lógico asegurarse de que todo estuviera bien traducido?

Yo no soy ni profesor de inglés ni traductor, o sea yo no vivo de eso – sólo soy un padre de familia preocupado y harto de tanta mediocridad.

¿Cómo que no es un tema político?

¡Que el presidente de la Diputación “firma”, o pone su nombre y el de su organización, en un libro de semejante baja calidad lo dice todo! O no sabe lo que firma, o tampoco lo saben sus asesores, o ni lo ha leído, o les da igual a todos, siempre que fluya el dinero público…

Puede que sea yo de la “vieja escuela” pero, ¿cómo que no es político que el presidente de la diputación no sabe lo que ha firmado o a lo mejor ni lo ha leído? Educación bilingüe: ¿no es un tema político? ¿Es demasiado pedir, que sepan/lean/se enteren los políticos de lo que firman o avalan?

¡Diría yo que sí es absolutamente político! ¿Qué pasa con la cantidad de licenciados en filología inglesa o traducción que están en paro o que han tenido que salir fuera por falta de oportunidades? Y ustedes con el apoyo de la Diputación contratan a alguien cuya formación es una Licenciatura en Bellas Artes y cuya experiencia profesional ya la he mencionado, para hacer la traducción… para mí, con lo que está cayendo, es una vergüenza y un problema moral.

¿Sería demasiado preguntar lo siguiente?:

  • ¿Cuánto dinero ha recibido la editorial de LovingBooks de la Diputación por haber realizado esta publicación?
  • ¿Quién y cómo se ha contratado a la traductora, y, cuanto ha cobrado por semejante “traducción”?
  • ¿Cómo que no se han realizado revisiones de calidad?
  • ¿Cómo puede un político como el Sr. Bendodo avalar y “firmar” algo que obviamente no ha leído o no ha entendido?

Lamento mucho vuestra insatisfacción, pero aquí no vale un simple “ups, fue un error” o “somos una pequeña empresa”. Desde luego tampoco os acuso de formar parte de un “complot”, ¡pero, hay que decir la verdad, aunque duela! Sobre todo en este caso donde se ha sabido que se iba a mandar a los colegios.

Además, la traductora me aconseja que mejore mi nivel de español, y en el Facebook me acusan de ser cruel e insultante. ¡Por favor! Repito, yo no vivo de escribir libros ni en español ni en ningún otro idioma, ni soy traductor (pero hablo 4 idiomas…). Me falta abrir algunos signos de exclamación, sí. Pero yo no gano ni pretendo ganar ningún dinero con este asunto.
No creo que yo sea cruel. ¿No es raro que sea el único entre vuestros más de 400 seguidores de Facebook que se ha dado cuenta, y, que ha empleado tiempo y energía en poner las cosas bien? Seguro que hay muchos padres entre vosotros, amigos del libro/editorial, ¿pero no es mucho más CRUEL, enseñarles a nuestros niños algo que esta flagrantemente mal, que es erróneo, y mirar para otro lado?

Esto no es una cruzada personal contra nadie, ni contra la editorial. Es un llamamiento hacia el amateurismo que domina el sector político, cultural, y educativo de este país/comunidad/ciudad. Y como contribuyente desde hace más de 10 años y como padre de familia sí me importa.

Termino pues con dos preguntas que son la razón de mi disgusto con el libro:

  • ¿Le parece bien publicar un libro con graves errores de inglés para los niños malagueños, sin que ningún profesional lo haya revisado?
  • ¿Les parece bien hacer caja (durante estos días festivos) por un producto fraudulento?

It’s absurd that someone with his abilities and interests isn’t apparently running for public office.

Update: I’m told that these folks have published a previous “bilingual” book called ¡Oh! Málaga. Judging by the PR screengrab mailed (“The money needed to finish the tower was used to help United States war for independence. Maybe to pay for the disguises of the Boston Tea Party.”), its purchasers should also be asking for their money back:

Similar posts


Comments

  1. I only understand half or less of all this, but your patient tracking back of the archaeology of the layers of such miserable wastes of public money makes me laugh with pleasure and irritation. Well done Sir.

  2. A good example of what is nothing less than a complete 'desprecio' towards the foreign devils so often found in the Public Sector in Andalucía. ¡Manda cojones!

Your email address will not be published. Required fields are marked *