“In contrast with Arabic words, the words of [Other Languages] appear lame, maimed, blind, deaf and leprous, and entirely bereft of a natural pattern,” writes Zaid Al-Alaya’a (via Onze Taal), who is clearly up there with Werner Georg Patel in the self-deprecatory humour stakes.
I think (checking would be hard) that there’s a fairly good correlation between a general insistence on linguistic purity and economic failure, both in the Arab world and elsewhere. Here’s a snippet from Gregorio Mayans y Siscar’s Orígenes de la lengua española, published in 1737 as the Spanish empire continued its disastrous decline:
(Seeing as how we like field research, we have no regrets that the pub the other night was, unlike the Irvine Welsh book do, less than full.)
(Something that I don’t understand is why gypsies in these parts are said to have spoken Caló and other argots up to around the end of Boney’s reign, thereafter shifting gradually into Catalan, which process was apparently complete by WWI.)
Llamo germanía al lenguage rufianesco, propio de rufianes, de gitanos i de otras gentes perdidas que se inventaron un lenguage para entenderse entre sí i no ser entendidos de los demás; assí como en Salamanca se inventó una maldita lengua llamada junciana para que fuesse instrumento entre los malos de la comunicación de sus maldades, sin que otros las entendiessen, i en Francia los pordioseros o tunantes usan una lengua que se llama gueux, esto es, de los pobres. Juan Hidalgo, o otro que quiso llamarse assí, en el año 1609 publicó en Barcelona muchos Romances de germanía de varios autores, i al fin de dicho librito, que es en duodécimo, imprimió el Bocabulario de germanía, compuesto por él. Este diccionario, como digo, tiene muchas voces inventadas por capricho; otras sólo tienen trocadas las sílabas, como chepo, demias, grito, lepar, lepado, taplo, toba, que quitada la trasposición de letras o sílabas, son en buen romance pecho, medias, trigo, pelar, pelado, plato, bota. Al qual modo de hablar llamamos gerigonza. En quanto a los demás vocablos de germanía (por decir esto de passo), como éste es una lengua de vagamundos, se compone de los vocablos que han aprendido en varios países i les han parecido más a propósito para formar su algaravía. I assí hai unos vocablos que son corrientes en la lengua castellana, como acogerse, acorralar, picar, retirarse, toldar, trotón, trasmontado, tropel. Otros que son antiquados, como gandido por trasmontado; otros metafóricos, como abrazador por alguacil; abrazado por preso; azor por ladrón de presa alta, i a este tenor muchíssimos. Otros son árabes, como alcandora, si ya no es que digamos ser voz vascongada. Otros lemosines, como belitre, bochí, formage, gorja, sage, portar. Otros franceses, como gaya por muger pública, si ya no es que sea voz siriaca. Otros italianos, como gamba por pierna; picol por poco. Otros latinos, como hasta por lanza. I assí otros vocablos de otras lenguas. Por cuya causa es menester gran discreción para usar bien deste vocabulario, porque si no se introducirán muchas voces vilíssimas o bárbaras, o se usarán metáforas insolentemente atrevidas como las que vemos en muchos autores, que por el camino que se hicieron célebres entre los ignorantes, merecen sumo desprecio en el juicio de los doctos.
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hola yo nesecito la abecedario jerigonza
y chino es todo lo que quiero