Formica in Spain

… seems to have come in at the end of the 40s:

Arturo heredó la taberna en 1939 y la transformó en bar dos años más tarde. En 1949 hizo una nueva reforma: puso un letrero luminoso, un armario frigorífico y seis mesas de formica: “La Montaña-Cafetería Bar”. Poco después la transformaba en banco. Es decir, traspasaba el negocio a un banco: el de Crédito y Financiación. (Ángel Palomino, Torremolinos, Gran Hotel (1971))

… and to have become unfashionable several decades later:

ESCENARIO
La antigua capilla de Santo Tomé, situada en el ala derecha del crucero de una iglesia del siglo XVI. La edificación ha sido torpemente adaptada para vivienda
A la izquierda, la puerta de dos alcobas. En el primer término de ese lado, el arranque de una escalera que lleva al campanario. A la derecha, una puerta que comunica con la iglesia. Un mueble-cama, un pequeño baúl, etc. En el muro, una lápida sepulcral
Al fondo, la entrada desde la calle, de un ojival dudoso. Una breve instalación de barbería, con un sillón giratorio, unas repisas, un espejo. La puerta de un cuartito de aseo que avanza hacia la embocadura. Y, en el rincón izquierdo, un espacio destinado a cocina, cubierto con una cortina
Aquí y allá, muebles de serie, modernos y de mal gusto. Un frigorífico. Una mesa camilla. Y mucho plástico y mucha formica y mucha mediocridad
El contraste entre la primitiva construcción y las adherencias posteriores debe ser violento y casi chirriante. Sólo el verlo debe producir dentera. (Antonio Gala, Los buenos días perdidos (1972)

Given the drive in the 40s to rid Spanish of alien terms, it’s mildly surprising the word, nay trademark, “Formica”, was so readily accepted. Maybe the authorities didn’t know that “Formica” = “for mica”, ie it replaces the substance mica, previously also used as an electrical insulator.

(Literary source: CORDE. This post is actually of some use to me.)

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