Long live the prickly pear!

Death to the cochineal beetle and doom to the ecologists!

Lenox has observed that his prickly pair is being gobbled up by the cochineal beetle, cheered on by the ecologist worm. Wikipedia is full of hatred of the Other:

Especie invasora
[…]
Debido a su potencial colonizador y constituir una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas, ha sido catalogada en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, aprobado por Real Decreto 1628/2011, de 14 de noviembre, con el nombre de Opuntia maxima Miller, estando prohibida en España su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio.

The loss of the wild plant will completely change landscapes around Níjar. But it also brings to an end an often close 500-year-old relationship between it and humans in the region and much further afield.

Like the potato and the tomato, the prickly pear came from the Americas, and has afaik been cultivated longer in Spain than either. It grows well on poor-quality soil, and for large mammals on two legs and four it constitutes not only an excellent drink/snack but also quite alarming natural fencing.

So deeply embedded was it in the national psyche in the 19th century that Bretón de los Herreros takes it (La desvergüenza, El comercio (1852?)) for a native, pre-Columbian species, like the beetroot, contrasting it with the colonial cane:

Si es verdad que el hispano y el etrusco
Del añil y la quina y el campeche
Y del café y el rico soconusco
Pudieron prescindir, y en escabeche
De tal ó cual manjar, carne ó molusco;
Si en vez de caña es bien que se aproveche
Alambicado el jugo, aunque me empacha,
Ya de higo chumbo, ya de remolacha;

Cierto es tambien que tales golosinas
Más útiles han sido al europeo
Que del Perú y de Méjico las minas.
De los grandes el gasto, el regodeo
Refluye en las fabriles oficinas;
Y digo (con perdón del solideo,
Ya a un abad autorice, ya a un cartujo)
Que no ama al pobre quien condena el lujo.

I think that the first serious European description of the plant in the New World is in Gonzalo Fernández de Oviedo’s Historia general y natural de las Indias (I’ve got the 2000 Salamanca edition), which recounts Spanish experiences in the Americas from 1492 and his personal ones from his arrival in 1513. He eats three or four pears, experiences their diuretic effect, and, pissing what he thinks is blood, fears his end is near:

Ay unas plantas salvajes Tunas que se naçen por los campos, e yo no las he visto sino en la ysla Española aunque en otras yslas y partes de las Indias las ay. Llámanse tunas e nascen de unos cardos muy espinosos, y echan esta fruta que llaman tunas que parescen bebras o higos de los largos, e tienen unas coronillas como las níspolas y de dentro son muy coloradas, e tienen granillos de la manera que los higos, y assí es la corteza d’ellas como la del higo, e son de buen gusto e ay los campos llenos en muchas partes, y después que se comen tres o quatro d’ellas, e mejor comiendo más cantidad, si el que las ha comido se para a orinar echa la orina ni más ni menos que verdadera sangre, y en tal manera que a mí me acaesció la primera vez que las comí y desde a una ora quise hazer aguas, a lo qual esta fruta mucho incita, que como vi la color de la orina me puso en tanta sospecha de mi salud que quedé como atónito y espantado pensando que de otra causa intrínsica o nueva dolencia me oviesse recrescido, e sin dubda la ymaginación me pudiera causar mucha pena sino que fuy avisado de los que comigo yvan e me dixeron la causa, porque eran personas más esperimentadas e antiguas en la tierra.

Friar Toribio de Benavente’s Historia de los Indios de la Nueva España, conceived slightly later, expands:

Después de de estos pueblos se siguen unos llanos, los mayores que hay en toda la Nueva España; son de tierra estéril, aunque poblada toda de gente muy pobre, y muy desnuda, que no cubren sino sus vergüenzas; y en tiempo de frío se cubren con cueros de venados, que en todos aquellos llanos hay mucho número de ellos, y de liebres y conejos, y culebras y vívoras; y de esto comen asado, que cocido ninguna cosa comen, ni tienen choza, ni casa, ni hogar, mas de que se abrigan bajo de algunos árboles, y aun de éstos no hay muchos sino tunales, que son unos árboles que tienen las hojas del grueso de dos dedos, unas más y otras menos, tan largas como un pie de un hombre, y tan anchas como un palmo; de una hoja de estas se planta y van procediendo de una hoja en otra, y a los lados también van echando hojas, y haciéndose de ellas árbol. Las hojas del pie engordan mucho, y fortalécense tanto hasta que se hacen como pie o tronco de árbol. Este vocablo tunal, y tuna por su fruta, es nombre de las Islas, porque en ellas hay muchos de estos árboles, aunque la fruta no es tanta ni tan buena como la de esta tierra. En esta Nueva España al árbol llaman nopal, y a la fruta nochtli. De este género de nochtli hay de muchas especies; unas llaman montesinas, estas no las comen sino los pobres; otras hay amarillas y son buenas; otras llaman picadillas, que son entre amarillas y blancas, y también son buenas, pero las mejores de todas son las blancas, y a su tiempo hay muchas y duran mucho, y los Españoles son muy golosos de ellas, mayormente en verano y de camino con calor, porque refrescan mucho. Hay algunas tan buenas que saben a peras, y otras a uvas. Otras hay muy coloradas y no son muy apreciadas, y si alguno las come es porque vienen primero que otras ningunas. Tiñan tanto, que hasta la orina del que las come tiñen, de manera que parece poco menos que sangre; tanto, que de los primeros conquistadores que vinieron con Hernando Cortés, llegando un día adonde había muchos de estos árboles, comieron mucho de aquella fruta sin saber lo que era, y como después todos se vieron que orinaban sangre, tuvieron mucho temor pensando que habían comido alguna fruta ponzoñosa, y que todos habían de ser muertos; hasta que después fueron desengañados por los Indios. En estas tunas, que son coloradas, nace la grana, que en esta lengua se llama mocheztlí. Es cosa tenida en mucho precio porque es muy subido colorado; entre los Españoles se llama carmesí. Estos Indios que digo, por ser la tierra tan estéril que a tiempo carece de agua, beben del zumo de estas hojas de nopal.

He then briefly notes what I think must be potatoes:

Hay también en aquellos llanos muchas turmas de tierra, las cuales no se yo que en parte ninguna de esta Nueva España se hayan hallado sino allí.

Anyone who has plucked and eaten prickly pear will know that the first week is spent in removing spines from one’s hands, and Fernández de Oviedo tells of the use of the larger spines to create the skin-punctures required by tattooists as they differentiate (indigenous) master from slave:

También los caciques se pintan a sí y a sus indios y gente, y tienen sus divisas e invenciones de pinturas, para esto, de otra manera, muy diferenciadas de las que usan poner a los esclavos; y hacen aquellas labores con un cierto carbón molido, que llaman thyle, que echan sobre lo que han cortado con unas navajas sutiles de pedernal, o punzándolo con unas espinas de tunas que sacan sangre, en la cual se empapa aquel carbón, y quédales fija la pintura y señales para cuanto vivan, que es negro y de aquella manera que en Berbería se acostumbran pintar entre los moros. Aquel polvo negro que así se echan en lo cortado, de que quedan pintados, que se llama thyle, es muy presciado entre los indios: y es buen rescate para su tracto.

In the form of ideograms they were also used by Indians during the early evangelism to remember the important Latin word, noster, which they found resembled a Nahuatl name for the fruit, nōchtli. From friar Jerónimo Mendieta’s Historia eclesiástica indiana:

El vocablo que ellas tienen que más tira a la pronunciación de Pater, es pantli, que significa una como banderita con que cuentan el número de veinte. Pues para acordarse del vocablo Pater, ponen aquella banderita que significa pantli, y en ella dicen Pater. Para noster, el vocablo que ellos tienen más su pariente, es nochtli, que es el nombre de la que acá llaman tuna los españoles, y en España la llaman higo de las Indias, fruta cubierta con una cáscara verde y por defuera llena de espinillas, bien penosas para quien coge la fruta. Así que, para acordarse del vocablo noster, pintan tras la banderita una tuna, que ellos llaman nochtli, y de esta manera van prosiguiendo hasta acabar su oración. Y por semejante manera hallaban otros semejantes caracteres y modos por donde ellos se entendían para hacer memoria de lo que había de tomar de coro.

What I think is the first reference to what sounds like the prickly pear’s domestication in Spain is in the 17th century scholar al-Maqqari’s compilation of Moorish writings, published by de Gayangos as The History of the Mohammedan Dynasties in Spain:

I have heard also of the mountains called Jebelu-r-rahmah … which are in the neighbourhood of Seville, and where fig trees of the species called Al-kúttí (the Gothic [which de Gayangos says is probably the Indian fig, the Spaniards’ higo de tuna, the Algerians’ Christian fig, the Spanish Arabs’ Pharaoh’s fig]), and Ash-sha’rí (the hairy [or Syrian; maybe Syrians still have hairy figs]) grow in a great bun dance; and I have been told by people who have travelled into almost every quarter of the globe that these two kinds of figs grow nowhere in such perfection as at Seville.

The plague of (literally) figs from hell on the Canaries in the early- to mid-16th century (Ordenanzas del Concejo de Gran Canaria (Seville, 1974)) also sounds familiar:

Otrosy que todos los vezinos de esta cibdad, y de la de Telde excebto viudas e pobres que no tienen hacienda en el campo vayan un día o dos por hazendera quando paresciere a la cibdad justicia e regimiento a lympiar e desembaraqar la montaña del Lantiscal [mastic, a Mediterranean plant which has invaded Mexico, where its glue is said to have been used in happier times by rural female gangsters to stick on their false moustaches] y cortar las higueras de ynfierno y las otras cosas que ympiden al dicho monte que no lo dexan crescer ny ensanchar.

I could go on: planted by sailors to cure scurvy…, diffusion in Spain and North Africa by the Moors, what happened to H’s dog, but beer calls.

Similar posts

Published
Last updated 19/09/2014

Ahmed Mohammed al-Maqqari (2): Abu-l-'Abbas Ahmad ibn Mohammed al-Maqqari was an Algerian scholar who was born in Tlemcen in 1577 from a prominent intellectual family that traced its origin to the village of Maqqara, near M'sila.After an early training in Tlemcen, al-Maqqari moved to Fes in Morocco and then to Marrakech, following the court of Ahmad al-Mansur, to whom he dedicated his Rawdat al-As about the ulemas of Marrakech and Fes.

Almería (4): Almería is a city in Andalusia, Spain, located in the southeast of Spain on the Mediterranean Sea, and is the capital of the province of the same name.

Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés (1): Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés was a Spanish historian and writer.

Kaleboel (4307):

Manuel Bretón de los Herreros (1): Manuel Bretón de los Herreros – November 8, 1873, Madrid) was a Spanish dramatist, educated at Madrid.

Níjar (3): Níjar is a Spanish municipality in the province of Almería, Andalusia.

Pascual de Gayangos y Arce (2): Pascual de Gayangos y Arce was a Spanish scholar and orientalist.Born in Seville, he was the son of Brigadier José de Gayangos, intendente of Zacatecas, in New Spain.

Prickly pear cactus (1):


Comments

Your email address will not be published. Required fields are marked *